jueves, 19 de junio de 2008

Entonces

Que te puedo decir. Ante los hechos no queda más que callar, pero solo callar eh, que eso no significa darse por vencido. Será todo esto una mala broma auto-inflingida? Una voltereta de indecisión causada por mi propia desidia? Un autogol?
A lo hecho pecho. A recogerse las trenzas, querida, y a andar de nuevo. Y hacia dónde? Habías escuchado antes tantas preguntas? Y hasta para responder tiene que ser así?.

Déjate de esconder y voltea al sol, Inti, voltea al sol. Y llora, quémate los ojos. Que solamente lloran quienes se atreven. Llénate de fuego, que te ardan los pies y las manos, que te arda el pecho.
Pero no descanses. Levántate. Nace. Nace. Nace.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuántas veces volveremos a nacer
Cuántos nombres sabremos pronunciar
Después de hundir nuestro ser en aguas de sal
Para comenzar a llorar los ojos

La nostalgia parece plena
Cuando durmiendo esperamos el regreso
Porque murmuramos las vidas contempladas
Dentro de la inmensidad del sueño
Donde el ser llora en ojos ausentes.


Ángel me pidió que te hiciera un comentario porque es un cobarde, pero como no sé comentar y a veces ni hablar; te escribo a manera de no comentario porque son buenas tus palabras: hacen recordarse.

Saludos

Manu