jueves, 24 de enero de 2013

Pamela Anderson, Madonna y el extorsionador



Cuando tenía 9 años encontré, en un librero de casa, una revista “playboy” de mi papá y me emocioné. No tanto porque en la portada estuviera una aún joven Pamela Anderson, ni porque en sus páginas interiores estuviera Madonna, a ellas no las conocía, sino porque seguramente el día siguiente sería un día divertidísimo en el colegio, cuando se las enseñara a los amigos del curso.

Por supuesto que un niño de 9 años no puede andar con una revista como esa, de manera impune, por las aulas del colegio. Se tenía que hacer cautelosamente y con total secrecía, y esto le daba más emoción a la aventura que me había propuesto realizar. Además, tenía que ser una operación fugaz: llevar la revista al colegio, enseñarla a amigos y regresarla al mismo lugar donde la había encontrado, antes del anochecer para no levantar las sospechas de mi padre.

Al día siguiente, cuando llegó el momento, es decir habiendo esperado los primeros cuatro periodos que aguante pacientemente, luego el primer recreo que me pareció demasiado corto para el objetivo, y finalmente los dos siguientes periodos que me parecieron demasiado largos, porque siempre me parecían largos,  en el segundo recreo reuní a un grupo de mis amigos de curso, los llevé al baño y saqué la revista que tenía guardada en la espalda, debajo del suéter. 

La emoción fue generalizada. Aplausos, gritos, vitoreo y murmullos. Todos celebraron la aventura y el valor de llevar algo prohibido al colegio y los más adelantados, incluso, dieron un par de comentarios al respecto de si las chicas estaban guapas o no, y hasta se instaló una pequeña mesa de discusión sobre el tamaño perfecto que debían tener, según habían escuchado, las glándulas mamarias femeninas. Yo recibía gustosamente todas las felicitaciones y contestaba sonriendo cuando me preguntaban sobre la manera en que había logrado llevar a cabo la hazaña. Todo había salido muy bien.

Cuando ya íbamos a  salir del baño y yo me aprestaba a guardar la revista en mi espalda, ocurrió lo inesperado: alertado por los murmullos, entró al baño un oscuro personaje, un alumno mucho mayor que nosotros y nos descubrió.

-         -  Dame 10 pesos y no le digo al regente que tienes esa revista, niño- me dijo.

Hice cuentas rápidamente: 10 pesos significaba mi recreo diario de un mes y para pagar semejante extorsión tendría que, por lo menos, hipotecar mi bicicleta.

-         -  No tengo, pero si quieres te la enseño- le respondí sinceramente y pensando que era un buen trato.
-          - Si no me das los 10 pesos, le digo al regente- me dijo y salió del baño.

Desesperado, dejé la revista en el baño y salí corriendo hacia mi salón. Asustado vi desde la ventana como el regente entraba al baño y salía con la revista en sus manos.

A pesar de mis temores, el regente nunca me dijo nada ni supe de la revista nunca más. Mi papá tampoco supo de la revista nunca más y siempre pensó que fue Flora, la muchacha, quien se la había llevado. Yo tampoco hablé nunca más de la revista ni de este penoso hecho de extorsión del que fui objeto.
Y no lo habría hecho (ahora tendré que explicarle a mi papá que fui yo quien perdió a Pamela Anderson y Madonna)  de no haber sido porque hace un par de semanas salió a la luz pública un extraño caso en el cual abogados de gobierno, junto a fiscales, extorsionaban a presos para quitarles todo su dinero a cambio de favores judiciales. Y para sorpresa mía uno de los fiscales involucrados no era otro sino aquel oscuro personaje.

Supongo que la maldad la trae uno desde pequeño. Pero supongo también, que tarde o temprano el que la hace la paga. Karma.

martes, 10 de julio de 2012

Todo depende del canal donde se mire

Voz muy gruesa, en off: "Hoy, en Discovery Health: lo que parecía una sencilla donación de sangre, repentinamente se convierte en una tragedia para M. Ondi, cuando aquella fria mañana, lo rutinario se convirtió en extraordinario".
Testimonio 1: "Por supuesto que fue un escándalo. No solo por la dimensión de la situación, sino que fue un escándalo literalmente, con muchos gritos. El señor corría por aqui y por allá, llorando, con la aguja aún colgando de su nariz. Si, de su nariz, no sé cómo llegó ahi".
Testimonio 2: " Uno espera que estos procesos sean fáciles, de rutina. Yo no entiendo que es lo que pasó (se le quiebra la voz), pude haber sido yo o ustéd. Si, yo sé que usted no estaba ahí, pero pudo haber estado. ¿No vive acá? Ahh bueno, pero pudo haber vivido acá y haber ido al hospital, imagínese...le pudo haber ocurrido a usted." (Se oyen sollozos tanto del entrevistado como del entrevistador).
Voz muy gruesa en off: "¿Cómo pudo ocurrir algo así?, ¿ Son los procedimientos para la donación de sangre tan seguros como nos han hecho creer? ¿Fue simplemente el destino o hubo negligencia?. No se lo pierdan, a continuación en su programa... "101 maneras altruistas de morir".

zapping

El paciente, hombre musculoso, rubio y alto, se sienta en la silla, tranquilo, mientras mira a la enfermera agacharse a recoger las agujas que ha dejado caer a propósito.
-No vaya a voltear- le pide risueña al paciente- que hoy no me he puesto calzoncitos.

Efectivamente, la enfermera, mujer alta, joven y de piernas esculturales se agacha un poco más, levantando su corta falda blanca y dejando entrever sus redondas nalgas.
-Ahora si- le dice al paciente, volteando y sin bajarse la falda dejando ver una delgada linea de vellos cortitos alrededor de su vagina- ustéd vino a donar sangre, verdad?. Quítese la camisa.

El hombre se quita la camisa (y los pantalones) y la enfermera se sienta sobre él.
-No le va a doler, a menos que eso quiera.

El hombre le besa los senos mientras le acaricia el culo y ella juega con las agujas acariciando sus brazos y luego su cara. Una aguja se clava en su nariz, pero no se dan cuenta pues él la penetra fuertemente provocando en ella un fuerte suspiro. Los dos jadean intensamente.

zapping

-¡Siguienteee!- se oye desde el consultorio. Entra el paciente, flaco y narizón.
-Buenos dias- dice.
-¿Usted vende la sangre o la dona?- pregunta la enfermera sin voltear.
-La sangre, la sangre, responde él un poco confundido.
- Tome asiento- le dice la enfermera- ...pero no se siente en la silla de la derecha que ahi puse las agujas.

El paciente oye a la enfermera, pero ya es tarde. Se ha sentado en la silla derecha , brinca y aguanta el dolor de las agujas. Silenciosamente y con los ojos enrojecidos de lágrimas se levanta disimuladamente y se sienta en la silla de al lado.

-Vamos a ver- dice la enfermera, relajada mientras se pone unos guantes de plástico.- Usted viene para su exámen de próstata, no es asi?.- dice esto mientras le enseña al paciente dos deditos, el del medio y el indice, sonriendo.

El paciente brinca de la silla nuevamente y al caer patea sin querer la silla derecha, de donde salen todas las agujas disparadas al aire.

La enfermera rie sin parar. "No es cierto, le dice. Es solo una broma que me gusta hacer...hubiera visto su cara. Sientese por favor para que le quitemos la sangre. Remánguese la camisa."
El paciente se remanga la camisa y se quita los pantalones.

-¡¡¡Pero que hace!!!- le grita la enfermera sorprendida
- Es que me dijeron que....No es aqui el canal.... No me diga que me equivoqué de canal otra vez!. Segunda vez en la semana!. Donde estoy ahora?
- Lo siento, pero tiene usted la aguja....
- No es este el canal porno? Pero me puede pasar esto a mi? La semana pasada acabé en un programa de vampiros...sabe usted como me fue?. Ya no puedo más, me voy.
-Si, pero su nariz...cuando salieron las agujas volando...usted la tiene...

zapping.

viernes, 27 de abril de 2012

Aprenda usted a hablar Mexicano!

A causa de una confusión de impuestos (que el gobierno se negó a pagarme a pesar de mi innegable aporte a la comunidad mundial), este blog se ve forzado a incluir una sección cultural, diseñada para contribuir al entendimiento entre las naciones.
Con esto, nos acercamos un pasito más a nuestra meta final de un premio Nobel de la Paz, o en su defecto el de ciudadano ilustre de San Andrés Cholula, lo que llegue primero.

Para inagurar esta sección hemos invitado al Dr. Gómez, intrépido recorredor de los bajos mundos, amante de la comida con manteca y alburero empedernido. Se le pidió, via mail, una disertación sobre un tema fundamental: "La subcultura de la juventud mexicana en contraste con las "tribus urbanas" en el contexto de los no-lugares, propuesta por Marc Augé."

Su respuesta no se hizo esperar: 35 minutos después recibimos un mail del Dr. Gómez mandándonos a todos al carajo.

Por lo pronto, y mientras tratamos de convencer a nuestro afamado invitado, por medios más coercitivos, a participar, les dejamos la primera entrega de la sección "Aprenda usted a hablar Mexicano!" en donde mediremos su habilidad para entender este idioma.

Deberá contestar a todas las preguntas del cuestionario en los comentarios. Suerte!

1. A la afirmación: "Qué suerte, mañana me voy a la costa", la respuesta: "Cuando estes ahi prueba un consomé costecho", significa:

a) En la costa hacen unos muy ricos consomés, que no debes dejar de probar.
b) Estoy presumiendo que yo también he estado en la costa recientemente.
c) Te voy a echar mis liquidos seminales, presumiblemente sin tu consentimiento.

 2. A la pregunta: "¿Vas a ir al concierto esta noche?", la respuesta: "Abuelita, soy tu nieto", significa:

a) Querida abuelita, por si no me reconoces, soy yo, tu amado nieto.
b) Abuela, siendo yo tu nieto, no deberías preguntarme si voy a ir o no.
c) Por supuesto que voy a ir.

3. A la afirmación: "Ya voy al restaurante donde quedamos de vernos", la respuesta: "Si llegan antes que yo, agarren mesa grande", significa:

a) Somos varios, necesitaremos espacio.
b) Espero que aún queden mesas vacias, preferentemente una mesa grande, para que nos podamos sentar todos.
c) Sujeten con sus dos manitas mi varonil miembro.

4. La frase "Al ratón le gusta el queso", significa:

 a) Los roedores son, por lo general, adeptos a ese alimento lácteo.
 b) Nos vemos más tarde.
c) Les presumo mis conocimientos, por basicos que éstos sean, y saco a colasión temas intrascendentes en cualquier momento.

5. La frase "Te veo muy jóven, te metiste una estiradita?", quiere decir:

a) Los milagros de la ciencia!, que jóven te ves.
b) Se notan tus arrugas, pero te doy un halago medio indirecto.
c) Has tenido dentro tuyo, ultimamente, algún miembro sexual varonil?

 6. A la frase: "En estas vacaciones voy a la playa...pero en Grecia", la respuesta: " Uy, pues allá quema mucho el sol", significa:

a) Cuidate, amigo querido, porque allá estan en pleno verano...y tu de piel sensible.
b) Me da envidia pero te demuestro que yo también he ido ultimamente y se de las condiciones climaticas del lugar.
c) Eres un presumido, mamón.

 Esperamos sus sabias respuestas!

miércoles, 4 de enero de 2012

Escondidos

Ella lleva el calor del mar en la sangre. Sus pies se mueven en la arena naturalmente, descalzos, libres como su alma. Y sus caderas bailan al sonido del latido de las olas, lentamente a veces, casi siempre arrebatadas.

La transformación se da de inmediato. Aún no hemos llegado y su cabello ya es otro, diferente, siente el aire caliente y se levanta a saludarlo cuando ella aún duerme en el autobus.
Su piel morena intuye el sol incluso cuando todavía éste no ha salido y se sonroja.

Yo en cambio soy de las alturas, del frio. Me encanta el calor, pero el nivel del mar me hincha los pies.
Sin embargo no me dejo y tomo el reto. El plan de bronceado es duro y necesita de concentración y paciencia. 20 minutos de frente y 20 minutos de espalda (repetir mientras el dia dure). El resultado es claramente diferente: a ella un bronceado perfecto, un color dorado natural, para mi, quemaduras de segundo y tercer grado.

Al atardecer, mientras el sol del nuevo año se pone por primera vez, juntos y en armonía nos disponemos a hacer ejercicios de Yoga. Respiramos, estiramos, levantamos manos y pies. Nuevamente los resultados son distintos: ella, con la espalda bien derecha camina con placer al hotel, yo, en cambio, acabo de descubrir músculos en mi cuerpo que no había usado nunca y arrastro los pies, hinchados, pidiendole a cada uno que se mueva, aunque sea lentamente, hasta algún lugar plano donde acostarme.

El mar, las olas, el sol, la comida, todo termina por envolverme suavemente a un estado de ensoñación. Yo mismo empiezo a acostumbrarme a todo. Mi cabello se riza, mi piel finalmente cede a las duras cesiones y agarra color, mis caderas empiezan a bailar. Pero no, no es tanto el mar, no es tanto el sol, es ella la que me mueve y me acompaña, la que me transforma.

¡Qué bella se ve con su tono bronceado, su cabello alborotado, su ritmo al caminar!

lunes, 12 de diciembre de 2011

Teresita

Lacrimosa dies illa,
Qua resurget ex favilla
Judicandus homo reus.

Huic ergo parce, Deus :
Pie Jesu Domine,
Dona eis requiem.

...
A un año, recordándote.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Don Diablo

Esta mañana recibí la llamada más aterradora de mi vida.

Eran aproximadamente las 6:30 de la mañana cuando el teléfono sonó. No se cuántas veces habrá sonado el timbre del teléfono, pero se que fueron varias porque en mis sueños yo ya había empezado a soñar con campanas aterradoras de iglesias grandes y oscuras que sonaban de noche, causando sonidos estremecedores que se alejaban en el frio viento.
Estas campanadas no eran buenas. Habían despertado a los demonios del inframundo que aprovechando que la tierra seguía oscura y que nadie podría verlos porque no tenían cuerpo físico sino solamente Su Presencia, se acercaban ferozmente hacia el pueblo por sus calles empedradas. Se podía sentir el terror como un viento seco y frio que no profería ningun ruido pero que acaparaba cada segundo y cada centimetro de todas las cosas.
Estos entes endemoniados, de pronto, empezaron a moverse más rápido y a cubrirlo todo de Su Presencia. Fue entonces cuando supe que venían por mi, pero no había ya nada que hacer, solo esperarlos. Y cuando se acercaron y los pude sentir quietos, inmóviles a mi alrededor, como observandome, esperando solo un segundo más antes de atravesarme con una filosa uña, sentí como me temblaban las manos.

Desperté sobresaltado y con la respiración acelerada. Sentía aún los labios temblar cuando noté que el telefóno seguía sonando. Me levanté apresurado y contesté.

- ¿Don Diablo?- dijo la voz al otro lado de la linea.

Mi corazón, acelerado ya, latió aun más fuerte. Sentí que sudaba.

- ¿Perdón?- dije yo, queriendo que todo fuera una confusión, que haya sido yo el que oyó mal.

-¿ Don Diablo?- dijo otra vez con voz seca y fuerte.

No contesté nada. Quise decir algo pero las palabras no salían de mi boca. Respiré profundamente y temblando colgúe el auricular.
Me senté en el sillón buscando una respuesta a lo que acababa de pasar. El sol salía ya por el horizonte cuando volvió a sonar el teléfono. Me armé de valor y lo contesté.

- Disculpe señor- dijo la voz. No sé si tengo el número correcto. Me puede decir a dondi hablo?

domingo, 30 de octubre de 2011

Disfraz de Jalowin

Jóvenes, rebeldes, enagenados.
Sea como fuere, todos nos hemos disfrazado más de una vez y aunque a veces los disfraces pueden ser muy originales y causar sensación entre los demás, la mayoria de las veces simplemente cumplen con la formalidad: Uno no causa sensación, pero por lo menos no queda como el desubicadito que no se disfrazó.

Basado en mi propia experiencia personal, les dejo un par de consejos sobre qué hacer y qué no hacer a la hora de disfrazarse. No, no son consejos, son advertencias y como tales deben ser entendidas y acatadas so pena de humillación pública.

Qué Hacer:
Los disfraces en pareja son siempre una buena idea. Une a las parejas, crea recuerdos de mutua humillación, que son siempre dificiles de olvidar. Se garantizan buenas risas y motivan la imaginación.
Qué No Hacer:
Los disfraces en pareja deben siempre recordarnos la varilidad masculina y lo sexy de la mujer. Disfraces de batman y batichica son siempre bien aceptados. Sin embargo nunca, repito, nunca se deben buscar disfraces cursis. Este tipo de disfraz puede cumplir con las risas y con la union de la pareja, pero te dejan muy mal parado frente a la sociedad. "El par de abejitas", "kent y barbie" o "yo de una mitad de corazón y tu de la otra mitad " son disfraces que nunca podrás sacarte de encima y serás el hazme reir de todos, a veces incluso de tu pareja.
Además, a medida que avanza la noche, esa tierna abejita se va transformando en la abeja borracha de los simpson y uno, ya en ese nuevo papel, termina peleandose con la pareja, aventando sillas por la ventana y probablemente eructando a extraños, disipando por siempre los buenos recuerdos y las risas colectivas.

Qué Hacer:
Los disfraces deben ser originales siempre. No importa si la idea es común, se debe buscar darle el toque personal que lo hará único e irrepetible. Disfraces comprados hechos no son la mejor opción. Si es la única opción (debido a que careces por completo de la más mínima imaginación creativa) deberás por lo menos darle un nuevo sentido. Así, si tu disfraz comprado es de zombie, tendrás que decir que es "el zombie de Hemingway"
Qué No Hacer:
La creatividad a veces esta divorciada de la practicidad. Si haz planeado disfrazarte de espantapájaros, no deberás bajo ninguna circunstancia conseguir tres kilos de paja seca, meterla toda en el asiento de atrás de tu coche e intentar "pegarla" a tu disfraz. En esto tienen que hacerme caso sin preguntar. La paja seca es imposible de limpiar, mientras mas pequeña peor. Y nunca se queda pegada al disfraz. Al final de la noche nadie sabrá de qué vas disfrazado, si de campesino o de escoba.

Qué Hacer:
Disfraces de personajes no ficticios son mis favoritos. No me gusta disfrazarme de super héroe ni de personaje de dibujos animados. Hay algo cautivador en crear un disfraz con los propios elementos que tiene uno en casa: el poncho, el morral, las sandalias y la quena para el disfraz de pastor de llamas. El chaleco con flequillos, el sombrero y los jeans con botas para el disfraz de vaquero.
Uno queda bien, se ve bien y además no tiene que pasarse el resto del dia siguiente despintandose la cara ni tomando antialérgicos a causa de la recién descubierta alergia a las acuarelas.
Qué No Hacer (Aunque en Tu Pais Está Permitido):
Si el disfraz es de vaquero y te sientes muy elegante usando las botas y los flecos, no olvides que sigue siendo un disfraz y no debes, bajo ningún pretexto, adjuntar en la cintura, a modo de utensilio útil, el machete de 25 centimetros que tienes guardado en casa en su elegante estuche de cuero. El estuche sólo está bien, pero el cuchillo suele evitar que te dejen ingresar a la fiesta en la primera revisión. Y aunque no haya revisión, llevar un machete y beber como vaquero toda la noche no es una combinación, digamos, prudente.

He dicho. Imprimase, publiquese y archivese.