Los abuelos de Cho

Los abuelos de cho lo han vivido todo.
Dueños, en ese entonces, del único hotel en Córdoba, tuvieron el placer de alojar al mismísimo Pedro Infante.
Un galanazo, mucho más galán que Jorge Negrete a quien también alojaron.

Aprovechando su estancia en el hotel, los abuelos no solo se tomaron la obligatoria foto sino que además le compraron su automóvil convertible, para darselo a su hijo.
Pedro Infante tuvo que irse a pie y el tio acabó a los pocos dias en el hospital después de estrellar el lujoso coche contra una pared, haciendolós pedazos (tanto el coche como la pared)

El tío del accidentado se creía pajaro. Murió sentado en una esquina esperando que le crecieran las añoradas plumas.

Pero la abuela era muy guapa además. Tan guapa, que el mismísimo blue demon (cho asegura que sin máscara) le propuso una aventura con él. Propuesta que la abuela, decentemente declinó, a pesar del halago.

Un día el abuelo, manejando en el df fue embestido por detrás por un conductor distraido.
El abuelo se bajó del carro para encarar al agresor y se llevó la sorpresa de que se trataba del mismisimo Chabelo ( si, el niño cincuentón de la tele) que para su sorpresa se disculpó con él utilizando la famosa voz chillona que tanto daño le ha de hacer a su vieja garganta pero que (el creía) le ayudaría a salvar la situación, apelando al niño que seguramente el abuelo tenía adentro.

De nada sirvió la disculpa, ni los chistes ni la propuesta de catafixia que Chabelo le hizo. El abuelo le dió dos puñetazos en la cara y lo mandó a la lona.
No sabemos si, al mero estilo blue demon, también se le lanzó desde la tercera cuerda.

Claro que los abuelos son de Cordoba, hogar mundial de las exageraciones y es posible que cho, haciendo uso de esa raíz, inventara todas esas historias para distraerme en la sobremesa de la comida de hoy.