viernes, 12 de junio de 2009

"El fútbol es un reflejo de la sociedad".

"El fútbol es un reflejo de la sociedad".

Debo admitir que no siempre comprendí a cabalidad a que se refería este axioma.
Intuía por ejemplo que Bolivia, país en una constante transformación, sumido en la pobreza y falto de planes a futuro y de liderazgos claros, no podría jamás ganar un solo torneo internacional. Y no lo ha hecho. Pero Holanda tampoco y ellos no tienen nuestros problemas, ni de lejos.


No fue hasta que ví el partido que jugó Bolivia contra México que entendí claramente a qué se refiere la gente cuando dice que el futbol de cada pais está empapado de sus propias circunstancias.

Al término del primer tiempo Bolivia está siendo derrotada por México. El árbitro ha expulsado a un jugador boliviano por confundir la pierna de un rival con un un viejo balón de cuero al que se le debe patear fuertemente para que se mueva. Otros tantos jugadores han sido amonestados y hasta el técnico boliviano Erwin "platini" Sánchez está amenazado con irse a las tribunas si no deja de insultar a arbitros y jugadores rivales.

El arbitro es un verdadero cabrón, que no quepa la menor duda. Ha dejado jugar fuertemente a los dos equipos pero solo ha castigado a los nuestros. Los mexicanos también patean, y muy fuerte, pero (empapados de su propia circunstancia mexicana) lo hacen sin que se vea tan mal, patean cuando el arbitro está distraido y sonríen amablemente cuando son reprendidos.

Sin embargo hasta aquí todo normal, son las circunstancias del fútbol.

Pero lo que hace la selección boliviana en el medio tiempo no tiene nombre y es digno de cualquier estudio cientifico social: deciden, sin más, que no regresarán al campo de juego "hasta que se remueva al arbitro central y se lo cambie por otro". Afín, me imagino yo, a los movimientos sociales.
Una petición inaudíta nunca antes vista en la historia del fútbol.
Y no se mueven de su postura a pesar de que se les hace ver que eso es totalmente imposible, que nunca ha ocurrido en la historia del futbol mundial y que además este es un partido internacional y no una cascarita de barrio. Los bolivianos, impasibles, seguros de sus legitimas demandas y con la serenidad de quien exige lo mejor para su gente, amenaza con cortar carreteras, movilizarse a la sede de la fifa en suiza y hasta soltar balazos si es necesario.
Si eso no es ser consecuente con las propias dinámicas nacionales entonces nada lo es.

En Bolivia se ha estandarizado la noción de que la única manera de ser escuchados es por la fuerza y no mediante, digamos para ponerlo en contexto del futbol, los goles. No se apuesta a mejorar nuestra calidad sino a imponer nuestra mediocridad cueste lo que cueste.
Así nunca lograremos ser un mejor país y consecuentemente, jamas ganaremos nuestra tan ansiada copa del mundo.

1 comentario:

Mariana dijo...

jajaja Que bello escribes. Realmente que ondas nuestra seleccion y nuestro país.